Improvisar es un aspecto de la música mediante el cual conecto profundamente con algo más grande que yo. Me encanta sentir cómo se va creando a través de mí sin que tenga que estar haciendo un esfuerzo. Es una experiencia para mí muy parecida a la meditación o la oración, en las cuales nos olvidamos de nosotros mismos y nuestros asuntos y simplemente nos entregamos a algo mayor.
Por otro lado, también me encanta compartir con los seres humanos desde la profundidad del alma. Me parece precioso cómo la puerta al Misterio se encuentra en cada situación o momento.
Uniendo estas dos vocaciones interiores -la improvisación y el compartir desde lo profundo- han surgido estas sesiones individuales.